Pintar con Chalk Paint - experiencia personal.

Hola, hola!

Por fin pude probar la archifamosa pintura "Chalk Paint", parece que últimamente se utiliza para todo: restaurar muebles, pintar suelos, paredes, frascos de cristal y, en general, hacer todo tipo de manualidades.

Tenía mucha curiosidad por probar pintar con una pintura que es tan milagrosa que no necesita preparación de superficie y queda tan maravillosamente bien, que decidí probar la pintura de la marca "La Pajarita" (porque es la que se vendía en la papelería más cercana) y contaros el resultado. En la cabecera de este post os dejo una foto, por si alguien no sabe de qué estoy hablando.

Por fuera causa buena impresión: el envase es correcto y la etiqueta parece reflejar las tendencias actuales en cuanto a sus colores y formas utilizadas. En cuanto al contenido, me gustó mucho su textura que parece yogur griego y el hecho de que tenga un olor muy flojo (al menos a mí me lo parece) le da 10 puntos de 10 en cuanto a la experiencia de uso. Además, se limpia con agua y jabón, así que no tenemos que gastar dinero en disolventes.

La probé en varias superficies, en concreto en madera sin tratar, panel de madera, en aglomerado, en un frasco de cristal, una cajita de metal y melamina.

Los mejores resultados sin duda se dieron en la madera sin tratar, puesto que la pintura agarró bien, dejando una capa uniforme de color completamente mate como en la imagen. ¡Con una sola mano ya queda genial!

No obstante, si hay pintura o dibujos debajo, habría que dar hasta tres manos para taparlos del todo.

Así, como podéis ver en la foto de arriba, también se da un buen resultado.

En madera aglomerada no queda malamente, comparando con pintura de esmalte, que suele absorberse al instante. Teniendo en cuenta que pinté el canto de un aglomerado que tiene una textura más rugosa que la superficie, el resultado quedó sorprendentemente bien: se quedaron cubiertos todos los poros no muy profundos, y el color ni se alteró, ¡se quedó blanco! Con pintura de esmalte seguramente debería de haberle dado más capas.

Ahora bien, en las superficies lisas da resultados bastante mediocres. En el frasco de cristal (previamente desengrasado) la pintura agarró bien, pero se araña con mucha facilidad. Además, aunque en la foto no se aprecia, tuve que darle dos capas para que quedase menos trasparente.

En la superficie metálica los resultados fueron algo mejores. Como podéis apreciar en la foto de abajo, el color de la parte de arriba de la caja quedó menos trasparente, puesto que le di dos capas. En cuanto a la resistencia, sigue igual que en el caso de cristal: la pintura se araña con mucha facilidad (podéis ver un arañazo hacia parte derecha de la cajita).

Y, ya que mi futura "víctima" está cubierta de melamina (esta capa muy fina de madera lacada con la que se cubren los muebles para imitar la madera), decidí probar pintar un recorte del mismo material que me sobró. He de advertir que no lijé la superficie para comprobar la adherencia de esta milagrosa pintura.

El resultado fue algo mejor que en los dos casos anteriores, sin embargo siguen haciendo falta dos o más capas para que el fondo no quede transparente. En cuanto a su resistencia, sigue arañándose con mucha facilidad.

Esta ha sido mi experiencia con la Chalk-paint, hay que decir que en general estoy muy contenta con los resultados, puesto que no he aplicado ningún tipo de barniz o cera posteriormente, así como tampoco he preparado la superficie para la pintura (aunque... ésta es la ventaja tan anunciada de estas pinturas - la NO necesidad de preparaciones previas). Cuando lleve a cabo el retoque de la mesita de noche, ya os contaré el resultado.

Y vosotr@s, ¿ya la habéis probado?