martes, 30 de junio de 2015

Reciclar las cajas de las frutas


 
Buenas!
Como muchos aficionados al DIY, me sentí tentada por hacer algo para aprovechar las cajitas de madera en las que se venden, por ejemplo, fresas y cerezas. Sin embargo, estas cajas no dan mucho margen para la creatividad, por lo cual decidí pedirle al frutero alguna caja más para poder aprovecharla.

Así, me hice con un caja para melones, que era enorme, pero tampoco me servía para mucho, ya que me parecía algo frágil como para hacer algo útil.
Al final, al desmontarla junto con varias cajas de fresas, obtuve el material necesario para... ¡fabricar otra caja!


Así, para fabricarla necesitaremos:
1. - Una caja para melones, de la cual yo utilicé los listones laterales, los que tienen asas.
2. - Dos cajas para fresas, de las cuales utilizaremos 4 listones laterales (en mi caso, los largos) y las 6 cuñas interiores (que son refuerzos).
3. - Clavos pequeños
4. - Destornillador
5. - Alicates
6. - Martillo
7. - Cola blanca
8. - Sierra, segueta o serrucho

Primero, hemos de desmontar las cajas, sacando las grapas.  Para ello, introducimos la punta del destornillador entre la propia grapa y la caja con ayuda del martillo, y hacemos palanca con el destornillador para hacer saltar dichas grapas.




Yo recomendaría primero levantar todas las grapas y después acabar de sacarlas con unos alicates. Una vez desmontadas todas las cajas, hemos de separar las piezas necesarias. De las cajas de fresas utilicé cuatro listones laterales (o sea, 2 de cada una de las dos cajas) y 6 cuñas en total.






Utilicé la caja de los melones, del tipo de la foto inferior, que tiene una especie de asas para cogerla en los lados:

La caja de los melones me gustó más por su decoración (con un aire vintage/retro), pero el sentido es el mismo: escoger las dos piezas que sirven de paredes laterales y tienen el orificio de asa. Fijaos que también aproveché las cuñas que ya tenían pegadas estas piezas:



Tuve que cortar el listón utilizado para el lateral en dos partes que me servirían de paredes laterales (como en la imagen inferor).  Después uní dos piezas que obtuve con ello con las "recicladas",  para hacer las "paredes" de la caja.



Si os fijáis, me ahorré una parte del trabajo, dado que los laterales aprovechados ya tenían sus correspondientes cuñas grapadas, y solo me quedaba pegar las otras dos paredes.
Para que la unión se aguantara mejor, primero, unté las cuñas con cola blanca, pegué las paredes restantes y esperé hasta el día siguiente, para dejar secarse la cola antes de reforzar la unión con los clavos



Coloqué los clavos de tal manera que se clavasen en la parte más gruesa de la cuña.



El mismo procedimiento utilicé para pegar el fondo. Tuve que ajustar el tamaño de las cuñas del lado más estrecho (como  en la foto de debajo).


Corté los listones de las cajas de fresas (para usarlos como fondo) para que se ajusten al ancho de la caja. Decidí colocarlos transversalmente para dar más resistencia al suelo.



Colocamos las restantes cuñas  de tal manera, que sujeten tres listones y que los agujeros queden más o menos distribuidos.
Muy importante aquí primero pegar las piezas con cola blanca, esperar que se sequen y después reforzar las uniones con los clavos: hacerlo al revés es imposible, dado el mal agarre que tendremos para fijar cada pieza en su sitio.
Y aquí está el resultado, una rústica y resistente caja para guardar lo que se nos ocurra.


La utilizamos para guardar los productos de limpieza para el coche, además, al tener un asa, es fácil de transportar y es resistente, ya que los tablones estaban hechos para aguantar el peso de 6 melones, o, aproximadamente 12 kilos. Y, además, queda genial!

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